Mientras que nuestros cuerpos generalmente se limpian por sí mismos, a veces nuestro mundo es sumamente tóxico y pueden llegar a necesitar una mano amiga. La contaminación, los pesticidas, los aditivos alimentarios, el agua fluorada, los productos químicos en nuestro cuidado de la piel y toda una serie de otros venenos ocultos encuentran su camino en nuestros cuerpos, todos los días.
No es de extrañar que nuestros órganos desintoxicantes, como los riñones, la piel y el hígado, se sobrecarguen. Antes de llegar a los síntomas de un hígado con exceso de trabajo, veamos el papel vital que desempeña el hígado en el cuerpo.
Es uno de nuestros órganos más grandes, el hígado convierte los nutrientes de los alimentos en materiales que el cuerpo puede usar para sobrevivir. También almacena y suministra células con estos materiales cuando sea necesario.
Además, regula las hormonas y desempeña un papel vital en la desintoxicación de nuestro cuerpo, ya que convierte o expulsa sustancias tóxicas para que no nos causen daño.
Signos que necesita una desintoxicación hepática
Si su hígado no está funcionando de la mejor manera posible, es probable que experimente uno o más de los siguientes síntomas:
- Calambres o dolor en la parte inferior del abdomen, exceso de gases o hinchazón pueden ser signos tempranos de problemas hepáticos, desarrollando ascitis, una acumulación de líquido entre el revestimiento del abdomen y los órganos.
- Cambios de piel, si nota que su piel ha adquirido un tono amarillo repentino, tiene picazón, está seca o tiene manchas oscuras, entonces podría ser una señal de advertencia.
- Cambios de orina y heces, si la primera se vuelve oscura o si la segunda son pálidas o de color alquitrán, podría ser hora de ver a un médico.
- Fatiga, el cansancio crónico a menudo es un signo temprano de un problema hepático ya que el cuerpo está trabajando más duro para tratar de eliminar el exceso de toxinas.
- Confusión o problemas cognitivos, cuando el hígado no puede filtrar la sangre normalmente, las toxinas se acumulan y pueden llegar al cerebro, una afección llamada encefalopatía hepática.
- Cambios de humor o depresión, las toxinas al llegar dentro del cerebro, no solo afectan la memoria, también pueden afectar el estado de ánimo.
- Aumento de peso o incapacidad para perderlo, con un mal funcionamiento del hígado el cuerpo no puede metabolizar la grasa adecuadamente. Se puede notar que no hay pérdida de peso, o de repente está ganando kilos de más cuando antes no lo hacía
- Colesterol alto, debido a que el cuerpo no puede regular los niveles de grasa, también puede deshacerse de su equilibrio de colesterol. Esto causa que los triglicéridos y el colesterol malo LDL aumenten, mientras que el colesterol bueno HDL disminuye.
- Problemas digestivos, el hígado produce bilis, un líquido alcalino amargo que ayuda a la digestión. Si su trabajo se ve afectado, producirá menor cantidad de bilis significando dificultad para digerir los alimentos grasos y el alcohol.
- Desequilibrios hormonales, otra función de nuestro importantísimo hígado es regular las hormonas sexuales. Uno disfuncional puede conducir a desequilibrios en las hormonas estrógeno y testosterona, causando problemas como disminución del libido o empeoramiento de los síntomas del síndrome premenstrual.
Comparte en todas tus redes sociales.