Es comprensible que queramos exteriorizar nuestros pensamientos más profundos, los sueños más anhelados y las planificaciones que poco a poco van entrando en marcha, sin embargo, hay ocasiones en las que es mucho mejor callar pues no a todo el mundo le gusta ver la felicidad ajena. Los sabios hindúes tenían la fiel creencia de que hay ciertos aspectos que deben quedarse en nuestro interior debido a su conexión con nuestras debilidades. Lo mejor será tomar en cuenta estas 7 cosas.
¿Escuchaste algo en la calle? No lo divulgues
No vale la pena gastar la energía valiosa que puedes emplear en cosas más productivas que repetir lo que escuchas por ahí. Tienes que concentrarte en tu vida y dejar que los demás resuelvan la suya.
Los problemas familiares se quedan en casa
Si tienes problemas en tu hogar, lo mejor será que los mantengas y los resuelvan en familia sin necesidad de ingresar a terceras personas en su disputa, la intimidad es preciada y aunque pueda parecerte un gran alivio contarle a alguien lo que te sucede, puedes ocasionar más inconvenientes de los que ya tienes.
No le cuentes a todos tus pensamientos y espiritualidades
No todas las personas son buenas y tampoco entienden el mundo de la misma manera en la que tú lo haces, a veces pensar en voz alta puede hacer que te juzguen. Cada cabeza es un mundo, pero es preferible mantenerte seguro mental y espiritualmente.
Los aspectos íntimos deben quedarse así
Hay cosas demasiado personales que no deberías divulgar. Sí, es normal que sientas la necesidad de exteriorizarlas, por ejemplo, los temas referentes al sexo o alimenticios, pero lo ideal es que los mantengas para ti mismo o, en su defecto con tu pareja, la armonía la encontrarás sin la ayuda de más nadie, no lo olvides.
Tus actos más ejemplares no deben ser divulgados
No es necesario que una muchedumbre de personas sepa lo bueno que has sido con otros, lo importante aquí es que tanto tú como los sujetos beneficiados sepan lo que pasó y se lleven los créditos mutuamente. Lo ideal es mantener el ego en la raya y no estimularlo demasiado porque eso nos perjudica.
Evita contar los reconocimientos que has recibido
Como se mencionó con anterioridad, no a todos les gusta ver la felicidad de las demás personas y algunos son capaces de hacer cualquier locura solo para verte sufrir. Los momentos de gloria tienen que guardarse como el mejor regalo que se pudo haber obtenido.
No le cuentes tus proyectos a nadie
En un principio puede que tengas todo muy bien planeado, con el presupuesto listo y las personas adecuadas para que todo saliera como lo has pensado, sin e mbargo, contarlo a todo el mundo hará que el proyecto se caiga. Tus planes deben ser secretos hasta el momento en que hayan sido elaborados y finiquitados.
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