La amigdalitis se basa en la inflamación de las amÃgdalas, cuando este diagnóstico se presenta se suele padecer de dolor, inflamación y pus en la garganta, malestares en la cabeza y dolor agudo en los oÃdos. Las razones por las cuales se puede presentar este malestar puede variar de persona en persona, lo importante es conocer exactamente cómo vamos a terminar con la enfermedad y curarnos por completo.
¿Por qué las amÃgdalas se inflaman?
La causa por la cual las amÃgdalas se inflaman se debe a una infección, ya sea por intercambio de saliva o por partÃculas con virus que se encuentren en el ambiente. Otro de los motivos más comunes puede ser la mononucleosis (enfermedad del beso) y el herpes, con estas enfermedades hay más probabilidades de que salga pus en las amÃgdalas y la infección sea mucho más severa.
Los médicos recomiendan una serie de fármacos antibióticos para detener el cuadro infeccioso, bajar la hinchazón y acabar con las dolencias que presente el cuerpo por la amigdalitis, sin embargo, es mucho más rentable llevar a cabo los siguientes remedios naturales, pues los efectos son más óptimos y eliminan tanto los sÃntomas por amigdalitis como el resto de las enfermedades que puedas albergar en tu organismo.
Vino blanco con romero
Hierve un vaso de vino blanco con unas cuantas hojas de romero, llegados al punto de ebullición déjalo al fuego por unos cuantos minutos, vierte un poco de miel, retira el remedio del fuego y realiza gárgaras con el lÃquido. También es aceptable que consumas la medicina como una infusión, solo asegúrate de que esté caliente.
Té de tomillo
Hierve una taza de agua, agrega varias hojas de tomillo y déjalas hervir por 5 minutos aproximadamente, luego cuelas la infusión y la bebes 3 veces al dÃa hasta que la inflamación y los malestares hayan desaparecido.
Remedio con eucalipto
Al igual que con las recetas anteriores, vas a hervir el agua, agregas las hojas de eucalipto, pero en esta ocasión dejas que hiervan por 10 o 15 minutos. Tienes que beber el lÃquido antes de cada comida para que no sientas molestias al momento de deglutir.
Gárgaras con salvia
Calienta medio litro de agua y agregas la salvia cuando esté a punto de hervir, de manera que al llegar a su punto burbujeante las propiedades de la planta se hayan fusionado con el agua. Cuelas el lÃquido y lo viertes en un recipiente de vidrio para posteriormente dejarlo enfriar. Las gárgaras se hacen de 3 a 5 veces al dÃa y con el remedio frÃo.
Limón y miel
Calienta una taza con agua, viertes el jugo de un limón en ella y agregas una cucharada colmada de miel, pues sus propiedades anticépticas harán maravillas en tu garganta. Tienes dos opciones, puedes beberlo como si fuera té o realizar gárgaras.
Todas estas recetas cuentan con componentes curativos muy potentes, pues son antiinflamatorios, antibacterianos y antisépticos. No importa cual de estos remedios lleves a cabo, todos cumplen con las mismas funciones y son fáciles de preparar.
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