¿Sabes? Hay algunas acciones que simplemente hacen que las madres se sientan muy mal emocionalmente, como si en realidad todo lo que han hecho para sacar a sus hijos adelante haya sido en vano y ese dolor les cala hasta lo más profundo. Nosotros como hijos debemos saber, que el amor que profesan las madres es muy fuerte y profundo, tanto, que es un poco difícil de explicar y, como dicen ellas todos el tiempo “solo lo entenderás cuando tengas hijos y estés en mi lugar”. Teniendo en cuenta esto, evita herirla con tus gestos o actuaciones.
No esperes a tu madre llegue a una edad avanzada o esté en su lecho de muerte para reconocer todo lo que ha hecho por ti. Para los que ya no tengan a su madre físicamente, recuerden que aunque ella no esté a su lado, estará con ustedes en su corazón y que no importa la distancia o el plano en el que se encuentre, siempre será su madre.
3 acciones que dañan que a nuestras madres lenta y dolorosamente
Peleas entre hijos:
Las madres albergan muchos sentimientos y el dolor emocional es uno de ellos. ¿Sabes lo triste y decepcionada que se siente una madre cuando ve la mala relación que tienen sus hijos? Ella se ha esforzado en criarlos y a enseñarles que se tienen que amar unos con otros. Esas discusiones lo único que hacen es dañarla, así que trata de hacer las paces con tu hermano y mejorar su relación, de esta manera tú vives en paz, y tu mamá tendrá no tendrá cargas por las peleas.
Inexistencia de reconocimiento:
Es muy duro cuando un hijo no reconoce todo lo que su mamá ha hecho por él y es que no importa cuán pequeño sea el logro que has alcanzado, siempre tienes que agradecer que has tenido una madre que te guió hasta llegar a donde estas. Dile a tu mamá lo agradecido y afortunado que te sientes por tenerla contigo y exprésale tu amor Reconoce todo el sacrificio que ella ha hecho por ti, porque aunque no lo diga, esos pequeños gestos la hacen muy feliz.
Ignorarla hasta el punto de hacerla sentir mal:
Si tu madre intenta abrazarte y te apartas, no sabes lo dolida que puede llegar a sentirse. ¿Sabes lo que daría un hijo que ha perdido a su mamá por abrazarla aunque sea una vez? Valora esas muestras de afecto, cuéntale a tu progenitora todo lo que te entristece y te enorgullece a la vez. Inclúyela en tu vida, hazle saber que tanto ella como su opinión tiene gran importancia para ti y jamás la dejes de lado.
Toma en cuenta que una simple discusión puede hacer a tu madre llorar y nada le rompe más el corazón a un hijo, que ver a la mujer que le dio la vida derramar lágrimas de dolor, más aún cuando esas lagrimas son causadas por nosotros mismos.
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