Beber agua fría o agua caliente para adelgazar, ¿Cuál es mejor?

El agua es una de las maneras más fáciles de aumentar su salud, ya que es gratuita, ampliamente disponible y también puede ayudar con la pérdida de peso. Mantenerse bien hidratado ayuda a que sus células y tejidos funcionen correctamente, por lo que puede mantener un estilo de vida activo que beneficiará al control de peso, controlando su apetito en algunas circunstancias. Además, está libre de calorías por lo que la hace una bebida perfecta ya que no aporta ningún tipo de colesterol, triglicéridos o azúcares que otros líquidos.

El mito del agua fría

Agua fría o caliente para adelgazar

Parece intuitivo pensar que ella podría ser mejor para la pérdida de peso que el agua a temperatura ambiente o caliente, después de todo, su cuerpo “gastará energía” calentando el agua fría y llevarla a su temperatura corporal, lo que “aumentaría” su quemadura de calorías durante todo el día.

Pero resulta que en realidad no se quema una cantidad significativa de calorías, de acuerdo con la Universidad de Washington, su cuerpo calentando una taza de agua sólo gasta alrededor de 8 calorías, por lo que incluso, si usted está bebiendo mucha agua helada durante todo el día sólo eliminarías unas 64 calorías. Usted podría obtener los mismos resultados por realizar entre 5 a 15 minutos de ejercicio en el día.

Beneficios del agua caliente

Debido a que el agua fría no ofrece muchos beneficios para aumentar la quema de calorías, no habrá un inconveniente significativo en beber agua a temperatura ambiente. Y si usted ha estado activo todo el día, podría ser más conveniente ingerirla en este estado que consumirla fría. De esta forma estará hidratado fácilmente y no se preocupará de que su agua congelada se esté calentando. De todas formas, la temperatura del agua no hace ninguna diferencia transcendental.

No importa cómo bebas el agua, lo importante será que la ingieras de la mejor forma que te parezca, para obtener los beneficios de la hidratación que si ayudan a la pérdida de peso, así que asegúrate de beber suficientes líquidos todos los días. La cantidad que necesita una persona puede variar en función de su peso y del nivel de actividad que realiza. De igual forma, se puede combinar el agua natural con algunos ingredientes, como el limón, para aumentar sus beneficios en el cuerpo.

Una buena regla de oro recomendada por la Universidad de Missouri es calcular su peso corporal en libras y no en kilogramos, luego, procede a dividirlo entre dos para calcular cuántas onzas de agua debe ingerir al día. Usando estos cálculos, una persona que pese alrededor de 180 libras necesitaría ingerir aproximadamente 90 onzas de agua, alguien de 150 libras tomaría 75 onzas. De igual forma, si también se realizan ejercicios para reducir peso, es recomendable agregar 12 onzas extra de agua por cada período de 30 minutos de actividad.

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